La historia real Durante los últimos años The guardian ha estado publicando noticias sobre unas activistas británicas que años atrás habían sido espiadas en sus propias casas por unos agentes infiltrados que las habían conquistado. En el año 2016 El País publicó una noticia en la que decía que la Scotland Yard, la policía de Londres, había indemnizado a las ocho mujeres afectadas. Sus historias de amor, las que vivieron con aquellos agentes inflitrados, se convertían, años después de haber sucedido, en ficción, la ficción que ellos crearon para vigilarlas. Más información: policespiesoutoflives.org.uk/www.theguardian.com/lifeandstyle/2013/jun/22/undercover-police-lovers
La historia de Forsitia Forsitia pretende profundizar, a través de Elena, una activista víctima de esta trama de espionaje, en el proceso de reconstrucción de la memoria y en el conflicto que supone aceptar una nueva versión de tu propia vida. Lo sentimental y lo político se unen en esta historia sobre las mujeres que lucharon con valentía por lo que creían. Los personajes Elena: Elena es un personaje ficticio inspirado en las mujeres que fueron espiadas y que han ofrecido sus testimonios a la prensa internacional. Con ella nos trasladamos al Londres de los años 80, donde se sitúa su historia, una historia que ella vivió de forma muy diferente a lo que estaba sucediendo realmente. Él: Él representa a esos agentes infiltrados de los que sabemos muy poco, personajes misteriosos, crueles y difusos en la vida actual de estas mujeres. Él es un hombre con dos realidades y con una sola misión, la de obtener información sobre las actividades que realizaba la mujer de la que fingía estar enamorado. Emma: Emma no está inspirada en ningún personaje real, es un personaje del mundo de Forsitia y representa a la hija de ambos, el hilo conductor de esta historia, una mujer en busca de respuestas sobre sus padres. Alejada de las ilusiones y mentiras del pasado, pero heredera de una historia incompleta. Forsitia es una obra construida a partir de sensaciones, recuerdos y anhelos que buscan un mismo fin, una misma conclusión, para aquello que nunca la tuvo.